La ninfa peluda Paulita Pappel se la follan en el yate

Compañeros de barco con beneficios. Oye, soy muy tímido, pero leí sobre tu proyecto en una revista y pensé que era perfecto para contarle a alguien lo que no le he dicho a nadie. Me hizo prometer que no lo haría, ¡y Dios mío, era una mandona! Lo que pasa es que me follé a mi socio comercial. Compramos un barco viejo que íbamos a reparar y luego lo alquilamos a turistas e incluso para rodajes de películas: así de bonito nos quedaba el barco. Por supuesto que éramos inexpertos y totalmente locos. Tenía una personalidad fuerte y acercarse a ella no fue fácil. No es el tipo de mujer con la que suelo flirtear y, sin embargo, tuve que admitir que era sexy. Tal vez fue porque pasamos tantas horas trabajando juntos en el maldito barco (por cierto, por muy poca recompensa). Y pude sentir algo de interés viniendo de ella también. Pero éramos socios y no queríamos arruinar el negocio, así que no fue hasta el último día que decidimos tener sexo y salió mejor de lo que esperaba. Era pequeña, así que podía ponerla en mi regazo fácilmente, levantarla, ponerla en una nueva posición y dominarla, de alguna manera. Ella pareció sorprendida, en el buen sentido. Dicen que los días más felices con un barco son cuando lo compras y cuando lo vendes ... ¡Y es verdad! F ucking a bordo tampoco está mal.